MIS SUEÑOS EXTRAÑOS
He tenido muchas veces sueños extraños.
Hombres sin rostros, sin manos, sin pies.
Mujeres que no se encuentran en tramos
de escaleras, con los que suben y bajan.
Generalmente no avanzan. Se quedan ahí.
No encuentran la salida.
En mis sueños nunca estoy vestida.
Siempre aparezco desnuda.
Con lentes sin cristales.
con zapatos brillantes y sombreros de tules.
Tampoco aparezco en los espejos,
en los que busco mi imagen afanosamente,
pero no estoy, no hay reflexión, no tienen
lunas.
Los niños de mis sueños son perfectos.
Se burlan de mis lentes sin cristales
de mis brillantes zapatos,
de mi sombrero de tules.
Es cruel la inocencia de los niños de mis sueños.
!!Qué extraños son mis sueños!!
AMOR EN DICIEMBRE
Cada diciembre
renacemos al Señor, le damos vida,
lo adoramos en lugares de culto
y en familia. Agradecemos por lo poco
o mucho que nos da, cantamos,
bebemos y comemos.
Y junto a los niños jugamos a la ronda
de todos somos iguales,
aquella que Él nos enseñó
no sólo para diciembre, y
que muchos se olvidaron de jugar.
Cada diciembre
celebramos la Navidad del Señor,
salimos a las calles, que lucen sus mejores galas,
porque manos piadosas
se encargaron de adornar.
Compramos regalos, llenamos despensas,
no faltan en las cestas adornos navideños:
arbolitos, bolitas, guirnalditas.
Y es que llegó La Navidad del Señor,
se desborda la alegria, qué entusiasmo
hay en todos y no en algunos
por la gran fiesta del amor en diciembre
dedicada al Señor.
Y ponemos monedas, unas veces sí y otras no,
en manos que se extienden implorando caridad,
en nombre de la Navidad del Señor.
Y cada diciembre se repite la misma oración,
es un hábito;
y me pregunto si necesita la ayuda, El Señor,
de algunos y de todos, pero al parecer,
muchos no lo entienden.
Él, clavado en la cruz,
continúa sangrando sus heridas.
Y nosotros aquí, continuamos celebrando
las fiestas por la navidad del Señor y rezando:
"Gloria a Dios en el cielo y en la tierra",
Bienaventurado sea, nuestro Señor Jesucristo.
Mientras seguimos jugando a la ronda de:
"Todos somos iguales".
ROMI/07
AL QUE SE FUE
Hasta luego, dijiste;y te marchaste
después de un tierno y tibio beso
que puso fin a una noche
plena de orgasmos compartidos
y sábanas mojadas sobre lechos de rosas
perfumadas.
Fue una larga y angustiosa espera en días,
semanas, meses. Años.
Sólo Dios, mi único testigo sabe,
cuánto lo esperé.
No era aquel un simple hasta luego,
pero sí un Adios que se esfumó en la nada,
de los que nunca regresan y se pierden
en el tiempo.
Pasaron por mi vida otros amores
que no borraron los besos que me diste.
Se tiñeron de blanco mis sienes
y se vistió de luto mi pobre corazón,
cuando mataste de una vez
lo que para mí era amor verdadero.
No más atardeceres hermosos,
ni ilusiones ni esperanzas.
Aquel hasta luego borró toda huella
que pudo ser eterna simiente
en nuestras vidas, pero...
Tú lo borraste, sólo con un definitivo Adios.
ROMI/07
onsdag 3 december 2008
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